Depresión, ansiedad e insomnio en tiempos de COVID-19

Depresión, ansiedad e insomnio en tiempos de COVID-19
Depresión, ansiedad e insomnio en tiempos de COVID-19

COVID-19 es un virus altamente patogénico, el cual está causando la pandemia global con altas tasas de infección y mortalidad. Debido a esto, los gobiernos decidieron poner algunas restricciones para la población, como el confinamiento en los hogares. La rápida transmisión de este virus es por la alta infectividad, teniendo la capacidad de ser transmitido durante la fase asintomática y relativamente baja virulencia.1

El aislamiento o cuarentena son las mejores formas en que se pueden evitar o minimizar los contagios. La parte negativa de estas medidas es que pueden causar ansiedad, estrés, depresión, insomnio, entre otros, ya que las personas son más susceptibles a sentir que en cualquier momento se pueden infectar o hasta morir, teniendo sentimientos de temor o impotencia.1

Durante este acontecimiento, puede presentarse un aumento en la actividad simpática y la secreción de catecolaminas, lo que puede repercutir de manera crónica al corazón y a los vasos sanguíneos. Esto a su vez, puede incrementar el riesgo de mortalidad o bien el desarrollo de algún otro padecimiento.1

¿Qué es y qué síntomas pueden presentar las personas con depresión, ansiedad e insomnio?

Depresión

Es una enfermedad crónica y reincidente, caracterizada por tristeza constante y pérdida de placer por la mayoría de las actividades (anhedonia). Los síntomas incluyen: desórdenes de sueño, cambios en el apetito o peso corporal, problemas psicomotores (ej. enlentecimiento), pérdida de energía, concentración disminuida, sentimientos de inutilidad o culpa. Todo esto puede causar angustia o discapacidad para desenvolverse en el ámbito social, en el trabajo o en casa.2

Ansiedad

Es una enfermedad mental caracterizada por preocupación continua e incontrolable sin una razón justificada. Los síntomas incluyen: nerviosismo, intranquilidad, inhabilidad para relajarse, temor de que cosas malas pasen, taquicardia, indigestión, temblores, mareos, sudar en exceso. Las personas que la padecen, perciben un deterioro en su estado general de salud, en sus relaciones interpersonales, en su trabajo, en casa y la vida en familia.3

Insomnio

Es un desorden que puede tener diferentes componentes que pueden ser, dificultad para quedarse dormido, permanecer dormido, baja calidad del sueño, despertarse muy temprano sin quererlo, no tener oportunidad ni tiempo para dormir, sentirse cansado a lo largo del día.  El insomnio crónico debe distinguirse del de corto plazo, el cual le puede ocurrir a cualquier persona, por ejemplo, la noche anterior a una entrevista de trabajo o bien, cuando el estrés se encuentra aumentado como ocurre en este momento por la pandemia.4

¿Por qué podemos presentar algunas de estas situaciones durante la pandemia?

Para muchas personas, esta situación ha generado estrés, ansiedad y preocupaciones acerca de su salud, del aislamiento, la pérdida del trabajo, la caída en la economía; así como los retos que implica adaptarse a la nueva dinámica de convivencia en el hogar durante prácticamente todo el día. Esta situación puede ocasionar las distintas alteraciones comentadas arriba.5

Recomendaciones para prevenir estos trastornos

La principal consecuencia del estrés relacionada a la cuarentena es el cambio de nuestro estilo de vida y nuestros hábitos de alimentación. Sin embargo, podemos mejorar esto con pequeñas acciones que podemos realizar en el día, por ejemplo:6,7

  • Tomar descansos activos durante el día: desde bailar, jugar, hacer tareas domésticas.
  • Realizar actividad física: se pueden utilizar los videos en internet, pero siempre tomando las debidas precauciones.
  • Caminar: aunque se encuentre en un espacio pequeño, se puede caminar alrededor de la casa, por ejemplo mientras hace una llamada, puede estar parado en lugar de permanecer sentado.
  • Relajarse: la meditación y inhalaciones profundas pueden ayudarlo a mantenerse calmado
  • Comer saludablemente y mantenerse hidratado: beber agua simple en lugar de bebidas azucaradas, disfrutar de frutas y verduras, limitar el consumo de sal, azúcar y grasas.
  • Si tiene problemas para dormir: reducir el consumo de cafeína, alcohol o tabaco antes de dormir; incrementar la actividad en el día, incrementar la exposición a la luz solar, mantener horarios regulares para dormir y despertarse.

Por otra parte, es importante señalar que, en muchos casos, estos padecimientos pueden presentarse y persistir por largo tiempo a pesar de llevar a cabo la recomendaciones que se mencionaron arriba. Si presentas estos síntomas de forma persistente acude al médico, quien realizará una evaluación detallada para poder identificar las causas posibles del problema y te brindará el tratamiento más adecuado y seguro.

Dentro del arsenal médico aprobado para el tratamiento de la depresión se encuentran disponibles diversas clases de medicamentos. Los inhibidores selectivos de la recaptura de la serotonina han demostrado su seguridad y eficacia a lo largo del tiempo.8 Dentro de estos, destaca el citalopram el cual es un fármaco con bajo potencial de interacción farmacológica9 (no compromete la acción de otros medicamentos que se estén tomando por otra condición médica), tiene una elevada tasa de respuesta (≈81%)9 y además ofrece un efecto ansiolítico significativo.9

Por otra parte, en el tratamiento del insomnio la administración de melatonina de liberación prolongada ha demostrado una mejoría en la calidad del sueño y favorece un sueño restaurador,10 con las ventajas potenciales de no ocasionar resaca ni desarrollar dependencia.11 Además, también se ha documentado que la melatonina tiene efectos antioxidantes, antiinflamatorias y activadoras del sistema inmune12 por lo que su empleo (3-10 mg/d, 30-60 min antes de dormir)13 en estos momentos de la pandemia por la COVID-19, podría reducir la severidad de la infección.14

Referencias

  1. Mattioli A, Sciomer S, Cocchi C, Maffei S, Gallina S. Quarantine during COVID-19 outbreak: Changes in diet and physical activity increase the risk of cardiovascular disease Nutr Metabolism Cardiovasc Dis. 2020.
  2. Elsevier Point of Care. Clinical Overview. Major depressive disorder. 2019
  3. Elsevier Point of Care. Clinical Overview. Generalized anxiety disorder. 2020.
  4. Kellerman R. Conn’s Current Therapy. EUA: Elsevier, 2020.
  5. Morin CM, Carrier J. The acute effects of the COVID-19 pandemic on insomnia and psychological symptoms. Sleep Medicine. 2020.
  6. Abbas A, Mohsen M. Dietary habits in adults during quarantine in the context of COVID-19 pandemic. Obesity Medicine. 2002;19:100254.
  7. Ferri F. Ferri’s Clinical Advisor. 1st ed, EUA: Elsevier; 2020. p. 800-802.
  8. Diagnóstico y Tratamiento de la Depresión en el Adulto Mayor en el Primer Nivel de Atención. México: Secretaría de Salud, 2011.
  9. Pollock BG. Citalopram: a comprehensive review. Exp Opin Pharmacother. 2001;2(4):681-698.
  10. Mathenson E, Hainer BL. Insomnia: pharmacology therapy. Am Fam Physician. 2017;96(1):29-35.
  11. Cardinali DP, Srinivasan V, Brzezinski A, Brown GM. Melatonin and its analogs in insomnia and depression. J Pineal Res. 2012;52:365-375.
  12. Zhang R, Wang X, Ni L, y cols. COVID-19: Melatonin as a potential adjuvant treatment. Life Sciences. 2020;250:117583.
  13. Reiter RJ, Abreu-González P, Marik PE, y cols. Therapeutic algorithm for use of melatonin in patients with COVID-19. Front Med. 2020;7:226.
  14. Shneider A, Kudriavtsev A, Vakhrusheva A, y cols. Can melatonin reduce the severity of COVID-19 pandemic? Int Rev Immunol. 2020 Apr 29:1-10. [de próxima aparición]