Mucho se ha estudiado acerca de la relación de la vitamina D y las enfermedades infecciosas respiratorias. Existe un estudio donde se han recopilado los resultados de otros muchos estudios incluyendo a más de 10 mil participantes. En esa revisión se llegó a la conclusión de que tomar vitamina D en la dieta, por medio del sol o con suplementos, ayuda a prevenir las infecciones agudas de las vías respiratorias que, dicho sea de paso, siguen siendo una causa importante de muerte en todo el mundo. Tan sólo la pulmonía y la bronquitis fueron la causa de más de 2 millones y medio de muertes en el mundo.
Claro está que los factores predisponentes para la presentación de estas enfermedades son muchos y variados como el ambiente frío y húmedo, la polución en las grandes ciudades, el tabaquismo y otros más, también está demostrado que la deficiencia de vitamina D estás implicado en estas enfermedades.
Volviendo a la revisión de estudios que ya se mencionó, analizando todos los estudios, que fueron más de 20 con 11,321 pacientes, se llegó al resultado de que la ingesta de vitamina D redujo en un 12% el número de pacientes con al menos una infección aguda de vías respiratorias.
Este efecto observado en los pacientes fue más importante en aquellos que tomaban una dosis diaria o semanal de vitamina D y se vio con más fuerza en los individuos que tenían deficiencias más pronunciadas de la misma vitamina. Por lo tanto, sugieren los autores de esta revisión, la implementación de medidas que contribuyan a una mejor ingesta de vitamina D en el grueso de la población, podría evitar un buen número de infecciones de este tipo, además de infecciones gastrointestinales, pero sobre todo en aquellos entornos donde la deficiencia de vitamina D es más notoria.
Otros estudios indican que los suplementos de vitamina D tomados por quienes ya padecen alguna infección respiratoria o gastrointestinal pueden disminuir la gravedad y acortar la duración de la enfermedad.
Además de las infecciones gastrointestinales y respiratorias favorecidas por la falta de vitamina D, se ha observado que, en el síndrome de intestino irritable, tres cuartas partes de los pacientes tienen demostrada una deficiencia de vitamina D y que el 70% de los pacientes mejoró cuando se adicionó a su tratamiento suplementos de vitamina D.
Si bien no hay datos clínicos contundentes para afirmar que la vitamina D se puede administrar como tratamiento complementario en estas enfermedades infecciosas, sí estamos seguros de que, de alguna manera, son muchos los beneficios de la ingesta de este nutriente.