Las vacaciones ya están aquí, qué mejor que preparase para un merecido descanso. Y exactamente es lo que necesitamos saber todos, el descanso es la base del bienestar. Ya sabemos, siempre leemos lo mismo en internet o en las revistas de salud, la falta de descanso es la madre de muchos padecimientos ya que fomenta la presencia de estrés, éste a su vez propicia que nuestro estado de ánimo se deteriore, con esto se presenta con más frecuencia el sobrepeso y las defensas de nuestro organismo disminuyen haciéndonos presa fácil de muchas enfermedades.
Por eso es tan importante el descanso, nos libera de sobrecargas físicas y emocionales y le permite a nuestro organismo deshacerse de toxinas. Desgraciadamente muchas veces esas vacaciones, por falta de una buena planeación, se convierten en todo menos en descanso. De ahí que debamos hacer lo necesario para que en esas vacaciones haya diversión y mucho buen humor que nos hagan desprender de todas las tensiones acumuladas.
Parte fundamental de las vacaciones es la alimentación. Sí, ya sé, nos es muy fácil deshacer regímenes de alimentación ya establecidos cuando nos tomamos unos días de vacaciones. Pero debemos tomar muy en serio que después pagaremos las consecuencias. Comencemos por una adecuada ingesta de agua, que significa también bienestar, debemos beber de un litro y medio a dos litros, y si vamos de paseo a lugares con mucho calor, esta rehidratación puede llegar hasta los tres litros. No te olvides de las frutas y verduras ni los complementos vitamínicos que, según tu médico, te hagan falta.
No te expongas mucho al sol sin un bloqueador adecuado, y trata de exponer tu piel unos 15 minutos sin bloqueador para que tu piel elabore la vitamina D tan necesaria.
Hacer vida social en las vacaciones es a veces, la única oportunidad en el año de hacerlo, y es tan importante el convivir con personas que estén fuera de nuestro círculo diario e intercambiar pláticas e ideas que también nos liberarán de tensiones que están acumuladas.
Otra cosa importante es la actividad física, elemento que también es vital en nuestra cotidianeidad. Las vacaciones es un tiempo clave para hacer un poco de ejercicio físico, quizá comenzar con una rutina que podamos adoptar ya para la vida diaria. En este punto también es importante la relajación y la tranquilidad, haciendo que se compense todo.
Hagamos de las vacaciones el espacio ideal para reponer fuerzas que bien nos van a servir para ese regreso a la vida de todos los días.