Si tú o algunos miembros de tu familia se enferman a cada rato, podría ser una deficiencia de vitamina D. ¿Alguna vez has checado estos niveles?
La vitamina D es la única vitamina que se produce en el cuerpo. Es tan importante, que la naturaleza nos la dio junto con el sol. Sin embargo, con las actuales recomendaciones de no exponerse al sol sin el uso de bloqueadores, por el temor al cáncer de piel, puede decirse que existe una epidemia de deficiencia de vitamina D. Esto no es una cosa menor, la vitamina D es muy importante para fijar el calcio en los huesos, también tiene un rol importante en la capacidad reproductiva de hombres y mujeres, en la producción y funcionamiento de la insulina, en la salud de cerebro y nervios y en el corazón y el sistema inmunológico; varias enfermedades autoinmunes se deben a una deficiencia de vitamina D. Además, previene varios tipos de cáncer.
La vitamina D se obtiene en menor medida, del aceite de hígado de bacalao, del salmón, el atún, hígado de res, lácteos y huevo; pero normalmente no es suficiente para lograr niveles adecuados, por lo que es necesario suplementarla (como suele hacerse con la vitamina D3) midiendo tus niveles antes, ya que puede ser tóxica si se toma en exceso. Es recomendable tomar la vitamina D junto con vitamina K y junto con magnesio, ya que ésta agota las reservas de magnesio.
En las próximas vacaciones o minivacaciones de puente, no se trata de tirarnos horas al sol, ni siquiera se necesita que la piel cambie de color.
Existe un protocolo para absorber vitamina D de una manera menos riesgosa:
– Exponer una buena cantidad de piel como la espalda, torso o piernas, y hacerlo sin ningún bloqueador por 15 a 20 minutos. Después de esta exposición, proteger la piel con ropa y un sombrero. Cabe mencionar que según más obscura sea la piel, más se debe exponer al sol
– El cuerpo necesita colesterol para convertir la luz a vitamina D, por lo que hay que consumir fuentes de colesterol como yema de huevo, grasa animal o mantequilla
– El cuerpo tarda 48 horas en transformar lo que la piel absorbe, por lo que en las 48 horas posteriores a la exposición no hay que utilizar jabón durante el baño, nadar en agua clorada ni untarse nada en la piel más que aceite de coco
– La exposición debe ser directa, no a través de una ventana
– Esto lo se puede hacer durante los días que estés en la playa, cada 2 días, por ejemplo, y después continuar haciéndolo una vez por semana por las mañanas, y así ir haciendo tus reservas
Sé que suena complicado pero la ventaja es que con el sol no hay riesgo de toxicidad, cuando los niveles están bien, simplemente deja de transformar. Si te resulta impensable no bañarte con jabón durante 2 días, al menos puedes intentar hacerlo con los niños.
En conclusión, se debe asegurar que en la dieta se tenga suficiente grasa animal y fuentes de vitamina D, exponerse al sol y medir tus niveles, y si estos son bajos, suplementar con vitamina D3.
No debes olvidar que la exposición al sol debe ser siempre de manera responsable, en exposiciones cortas y regulares. El balance es la clave.