La vitamina D (VD) se encuentra disponible en dos formas. El ergocalciferol (D2) se encuentra normalmente en los alimentos de origen vegetal, mientras que el colecalciferol (D3) se sintetiza en la piel y también se encuentra en alimentos de origen animal como pescados grasosos (salmón, macarela, arenque y algunos productos industrializados fortificados con esta vitamina, como jugo de naranja y leche).1
En casos de deficiencia de VD (25[OH]D <20 ng/mL), solo se absorbe de 10 al 15% del calcio y 60% del fósforo proveniente de la dieta. La eficiencia de absorción de estos minerales se incrementa 40 y 80%, respectivamente cuando se alcanza el estado de suficiencia de VD.1
El receptor de la VD está presente en casi todos los tejidos y células del cuerpo. De ahí las múltiples funciones en que la VD participa, por ejemplo, en la proliferación celular e inducción de la diferenciación, inhibe la angiogénesis, estimula la estimula la producción de insulina, inhibe la producción de renina y estimula la producción de catelicidinas (compuestos con actividad antiviral).1
La causa más común de deficiencia de VD es la exposición inadecuada a la luz solar. Si se usan protectores solares se reduce la síntesis de VD en la piel más del 95%. Las personas con piel oscura tienen protección natural y requieren de por lo menos 3 a 5 veces más tiempo de exposición solar, comparado con las personas de piel más clara.1
Suplementación diaria vs mensual
En las personas con deficiencia de VD, la suplementación diaria o semanal con esta vitamina favorece el aumento sostenido de la concentración de 25(OH)D en la sangre comparado con aquellas que reciben mega dosis mensuales o anuales.2
Una explicación por la cual son mejores las dosis diarias es debido a que las dosis mensuales se relacionan con fluctuaciones muy amplias en las concentraciones de la VD circulante, lo cual no se observa con la administración diaria o semanal.2
Se ha visto que las concentraciones en sangre altas después de una carga grande de VD, puede alterar la actividad de las enzimas responsables de la síntesis y degradación del metabolito activo de la VD (calcitriol), resultando en la disminución de las concentraciones de éste en tejidos extra renales. Esto puede aminorar la habilidad de la VD de apoyar la respuesta inmunitaria contra los patógenos y otras funciones importantes.2
Un metaanálisis de suplementación con VD para prevenir infecciones respiratorias agudas encontró que la suplementación diaria es segura y aporta beneficios protectores, aumentando hasta en 70% este efecto en cuanto se corrige la deficiencia. Otro estudio realizado en mujeres embarazadas documentó que la suplementación diaria es mejor que la administración de grandes dosis.3
Las dosis largas e intermitentes de VD están asociadas con riesgo elevado de fracturas y caídas, mientras que la administración diaria no se asocia con estas complicaciones.4
Los adultos que presenten deficiencia pueden ser tratados desde 4 000 UI hasta 6 000 UI al día de colecalciferol hasta por 8 semanas para alcanzar niveles óptimos de VD (30 ng/ml).1
Referencias:
- Holick MF, Binkley NC, Bischoff-Ferrari HA, Gordon CM, Hanley DA, Heaney RP, Murad MH, Weaver CM. Evaluation, treatment, and prevention of vitamin D deficiency: and Endocrine Society Clinical Practice Guideline. J Clin Endocrinol Metab. 2011;96(7):1911-1930.
- Martineau AR, Jolliffe DA, Hooper RL, et al. Vitamin supplementation to prevent acute respiratory tract infections: systematic review and meta-analysis of individual participant data. BMJ. 2017;356:i6583.
- Benskin L. A basic review of the preliminary evidence that COVID-19 risk and severity is increased in vitamin D deficiency. Front Public Health.2020;8:513.
- Grant W, Lahore H, McDonnell S, Baggerly C, French C, Aliano J, Bhattoa H. Evidence that vitamin D supplementation could reduce risk of influenza and COVID-19 infections and deaths. Nutrients. 2020;12:988.