La vitamina D tiene dos formas: ergocalciferol o vitamina D2 y colecalciferol o vitamina D3. A la primera se le encuentra en algunas plantas y peces, y la segunda es sintetizada en la piel por acción de la luz del sol. La falta o disminución de esta vitamina favorece que aparezcan o se agraven muchas enfermedades.
Esta deficiencia es frecuente en personas de edad avanzada; sin embargo, puede presentarse a cualquier edad y en varios estudios se le ha asociado a:
- Enfermedades cardiovasculares
- Enfermedades autoinmunes
- Enfermedades metabólicas
- Cáncer
La producción de vitamina D en la piel está regida por varios factores:
- Estación del año
- Latitud
- Hora del día
- Pigmentación de la piel
- Edad
- Uso de protectores solares
La forma activa tiene diferentes funciones en nuestro cuerpo, y de este modo interviene en:
- Salud ósea
- Homeostasis
- Metabolismo celular
- Regulación del sistema inmunológico
- Salud cardiovascular
- Salud del sistema esquelético
En la actualidad, la falta de vitamina D se considera como un problema de salud pública en todo el mundo.
Los niveles adecuados de vitamina D en el organismo son extremamente necesarios. Hay receptores de vitamina D en casi todas las células humanas y sus beneficios están presentes todas las partes del organismo, y en cualquier edad, de ahí la importancia de una buena salud familiar.