Nuestra patria, México, es un país lleno de sol todo el año; sin embargo, aunque no está del todo calculado, su población tiene insuficiencia de vitamina D, la vitamina del sol. ¡Qué ironía! ¿Por qué? La inmensa mayoría de los habitantes de nuestro país, sobre todo los que viven en las grandes ciudades, están todo el día, literalmente de sol a sol, metidos en fábricas u oficinas donde nunca da el sol, y si entra, es a través de grandes o pequeñas ventanas que poco ayudan a que nuestra piel sintetice la vitamina D.
Nuestra patria, México, es un país lleno de sol todo el año; sin embargo, aunque no está del todo calculado, su población tiene insuficiencia de vitamina D, la vitamina del sol. ¡Qué ironía! ¿Por qué? La inmensa mayoría de los habitantes de nuestro país, sobre todo los que viven en las grandes ciudades, están todo el día, literalmente de sol a sol, metidos en fábricas u oficinas donde nunca da el sol, y si entra, es a través de grandes o pequeñas ventanas que poco ayudan a que nuestra piel sintetice la vitamina D.
Ya hemos platicado acerca de la importancia de la vitamina D en nuestro organismo desde que somos niños y hasta la edad de adultos mayores, pero también se nos ha inculcado un fundamentado temor a la exposición a los rayos solares, así que muy bien nos cuidamos nuestra delicada piel con cremas y filtros solares que, dicho sea de paso, tampoco ayudan a crear la vitamina D que necesitamos, al contrario, pueden bloquear completamente el paso de los rayosa ultravioleta necesarios.
¡Nuestra piel debe proporcionarnos el 90% de esta importante sustancia y no se lo permitimos!
Por si fuera poco, el color de la piel de la mayoría de nosotros, más morena que clara, sintetiza menos vitamina D que las pieles blancas por su mayor contenido de melanina, sustancia que da color a la piel y que actúa como filtro natural para los rayos solares.
Debemos hacer lo posible por aprovechar este verano sin hacerlo peligroso. Una asoleada de poco tiempo, unos 20 minutos después del mediodía en brazos, piernas, un poco de espalda y cuello, sin aplicar ninguna crema ni filtro solar, nos darán los suficientes rayos solares necesarios para obtener la vitamina D que necesita nuestro cuerpo cada día.
Es claro también que podemos comer alimentos en vitamina D y también podemos obtenerla de suplementos en forma de pastillas, pero no debemos olvidar que el sol forma parte importante de nuestra vida en este planeta y que lo necesitamos para muchas funciones más que la de obtener vitamina D.
Cuídándonos de no hacer este verano peligroso para nuestra piel y, en general para nuestra salud, si seguimos algunos sencillos pasos para asolearnos con responsabilidad, protegeremos la salud de nuestra piel y capturaremos el sol necesario.