Vitamina D y trastornos psiquiátricos

Vitamina D y trastornos psiquiátricos

La vitamina D (VD) fue descubierta en 1922 por Elmer McCollum y con ello su papel en la salud de los huesos y en la regulación del calcio fue bien establecida. Más que una vitamina, ahora se sabe que en realidad se trata de un precursor hormonal (calcitriol) con efectos antiinflamatorios y reguladores del sistema de defensa del organismo. Estudios desarrollados en diversos países señalan que entre 20 y 50% de los niños y adultos presentan una baja concentración de vitamina D (<20 ng/mL), aunque en otras investigaciones se ha mencionado que este porcentaje se sitúa entre 40 y 100% de los adultos mayores en Estados Unidos y Europa.

El calcitriol que es el compuesto con mayor actividad biológica ejerce sus acciones mediante receptores para VD, los cuales también se encuentran en las células del cerebro y por consiguiente se ha evidenciado que la VD también interviene en el desarrollo y la función cerebral. Por ejemplo, algunos estudios demostraron una conexión entre la falta de suplementación de VD en el primer año de vida con el incremento en el riesgo de esquizofrenia en hombres. Otras investigaciones han reportado una relación entre VD y otros trastornos mentales como depresión, suicido, autismo y trastornos por déficit de atención, los cuales se abordarán en los siguiente párrafos.

Vitamina D y depresión

Algunos reportes señalan que la deficiencia de VD se asocia con un incremento en el riesgo de depresión de 8-14% y de suicidio en 30%. Este relación proviene de estudios que documentaron que la baja exposición solar, como ocurre en invierno, disminuía la formación de VD en la piel y el estado de ánimo en algunas personas (trastorno afectivo estacional). Se ha sugerido que la VD podría tener un papel en los estados depresivos al modular a la serotonina que es un mensajero químico del cerebro que se asocia con bienestar y felicidad. Así pues, en una revisión de 15 estudios se reportó que la suplementación con VD fue efectiva en el tratamiento de la depresión. De hecho, se estima que cada incremento de 10 ng/mL se asocia con una disminución de 8% en el riesgo de depresión.

Vitamina D y suicidio

Cada año, el suicidio toma la vida de millones de personas en el mundo. Algunos autores han observado un aumento en el riesgo de suicidio en áreas geográficas con menor exposición al sol y por consiguiente con menores concentraciones de VD en la sangre. En un estudio se documentó que los sujetos con una concentración de 25(OH)D3 menor a 15.5 ng/mL tuvieron el riesgo más alto de suicidio. También se ha reportado una mayor prevalencia de deficiencia de VD en los sujetos deprimidos con intentos de suicidio comparado con los sujetos con depresión no suicidas (58% vs. 29%).

Vitamina D y esquizofrenia

La esquizofrenia es un trastorno mental severo y crónico que se caracteriza por una conducta social anormal y efectos sobre los pensamientos y sentimientos de las personas. En estudios experimentales se demostró que los receptores de VD están involucrados en la regulación de genes que producen dopamina, otro mensajero químico del cerebro que regula la emotividad, la afectividad y la conducta motora entre otras acciones. Estudios epidemiológicos han reportado que las personas con esquizofrenia tienen antecedentes de haber nacido en invierno, en áreas latitudes elevadas y en zonas urbanas, las cuales tienen como común denominador la deficiencia de VD. de hecho, las personas con deficiencia de VD tienen 2.16 veces mayor riesgo de desarrollar esquizofrenia.

Vitamina D y autismo

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por deterioro en la interacción social, en la comunicación verba y no verbal y se acompaña de patrones de conducta repetitiva y restringida. Este trastorno es más común de lo que se cree, afecta de 6 a 10 niños de cada 1 000. Entre los factores ambientales que contribuyen a la aparición del trastorno se ha señalado que la VD puede desempeñar un papel clave ya que en algunas investigaciones se ha identificado que las bajas concentraciones de esta vitamina podrían incrementar el tamaño del cerebro, alterar su forma y agrandar los ventrículos, todos estos cambios se han observado en pacientes con austismo. La teoría que trata de explicar la asociación entre VD y autismo señala que la VD regula genes encargados de reparar el material genético de las células (ADN), por lo que la deficiencia de este nutrimento durante el desarrollo podría inhibir la reparación de ciertas mutaciones en el ADN en los fetos y lactantes e incrementar de esta forma el riesgo de autismo. La suplementación con VD, debido a sus actividades antiinflamatorias y reguladoras del sistema inmune podría reducir el riesgo de autismo.

Resumen

Diversas investigaciones han encontrado una asociación entre los bajos niveles de VD y depresión, esquizofrenia, autismo y otros trastornos cognitivos. Por consiguiente, debemos estar conscientes de la evaluación del estado de la VD y en caso de presenta hipovitaminosis iniciar la suplementación para corregir esta deficiencia.

Con respecto a la seguridad de la suplementación existe evidencia de que el consumo prolongado de hasta 10 000 unidades internacionales (UI) al día de colecalciferol no tiene riesgos en la mayoría de los individuos en la población general. La suplementación con 4 000 UI/d de colecalciferol ha demostrado seguridad y eficacia en adultos (incluyendo mujeres embarazadas) y adultos mayores para corregir la hipovitaminosis D. Al alcanzar y mantener un estado óptimo de VD, podría beneficiar a las personas con trastornos psiquiátricos, especialmente en pacientes con depresión ya que la suplementación con VD en combinación con los fármacos antidepresivos es más efectiva que la sola administración del antidepresivo.

Fuente

Lerner PP, Sharony L, Miodownik C. Association between mental disorders, cognitive disturbances and vitamin D serum level. Current state. Clinical Nutrition ESPEN. 2018;89-102.