Los beneficios de la vitamina D son cada vez más evidentes, pero la mejor manera de obtener y mantener niveles óptimos se encuentra todavía muy en controversia con las importantes implicaciones potenciales en la salud humana. La vitamina D promueve la salud musculoesquelética y reduce la mortalidad asociada a problemas óseos, especialmente en los ancianos y otros grupos de riesgo.
Hay fuertes evidencias de que la deficiencia de vitamina D está relacionada con el desarrollo de cáncer, enfermedad cardiovascular, enfermedades autoinmunes y la presentación de infecciones.
Esta evidencia es altamente sugestiva, pero no lo suficientemente fuerte para determinar conclusiones que establezcan con seguridad, una relación causa efecto. También hay discrepancias en los niveles óptimos de vitamina D. Si atendemos a los últimos datos, quizás la prevalencia de esa que llamamos “deficiencia pandémica de vitamina D” reportada en los últimos años esté sobreestimada.
A pesar de los pesares, como dicen los enamorados, hay beneficios de la vitamina D que no pueden ser pasados por alto, estos beneficios se dividen en dos grupos: beneficios relacionados con el metabolismo del calcio y beneficios que no están relacionados con el calcio.
En el primer grupo, los relacionados con el calcio, están:
- Intestino
- Absorción de calcio
- Hueso
- Formación de hueso y absorción ósea de calcio
- Riñón
- Excreción de calcio
Y en los no relacionados con el calcio están:
- El crecimiento celular
- La diferenciación celular
- La muerte celular programada
- Inmunidad
- Disminución de infecciones
- Regulación de la inflamación
- Regulación de la presión arterial
- Sistema nervioso
- Protección de las neuronas
Por eso no dejaré de insistir, al menos en este mes, que el amor y la vitamina D y la inspiración, la emoción, el sentimiento están íntimamente ligados, lo quieras o no.
