La nueva enfermedad por coronavirus, también llamada síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2) o COVID-19, se ha propagado rápidamente y ha ocasionado muchas muertes alrededor del mundo. Se transmite por medio del contacto físico y partículas.1
¿Qué hace la COVID-19 en el organismo?
La transmisión del virus depende de su unión con la enzima ACE2, la cual se ha identificado en los pulmones, esófago, colon, riñones, miocardio, vejiga y en la mucosa de la boca. Lo que hace la ACE2 es dejar entrar el virus a las células donde éstas se reproducen rápidamente (replicación); contribuyendo a que haya atrofia, fibrosis, inflamación y vasoconstricción, resultando en lesiones del tejido en el que se encuentre.1
Disminuye la función inmunitaria debido a la denominada “tormenta de citocinas” (citocinas proinflamatorias elevadas), la cual es disparada por la infección viral.1
En un estudio que se realizó en España, se encontró que los pacientes con síntomas severos de COVID-19 desarrollaban inflamación exagerada, empeorando su estado, debido a que la carga viral es mayor y más larga.2
¿Qué hace la VD en el organismo que puede ayudar a combatir la COVID-19?
La vitamina D juega un papel clave en la respuesta en contra de las infecciones, como impulsar las acciones antimicrobianas y moduladoras de la respuesta inflamatoria. Estas acciones incluyen al sistema inmune, incrementando la actividad de células blancas, mejorando la defensa de las células T y reduciendo la inflamación. La deficiencia de esta vitamina es altamente prevalente en todo el mundo, lo que puede incrementar el riesgo de enfermedades respiratorias y el desarrollo de SARS.2,3
Por el contrario la suficiencia de VD:
- Promueve la circulación y la habilidad fagocítica de macrófagos e induce la síntesis de bactericidas como las catelicidinas y las beta defensinas.2
- Modula la respuesta inflamatoria al reducir la expresión de citocinas proinflamatorias.2
- Regula la expresión del sistema renina angiotensina, lo cual puede evitar que aumenta la permeabilidad de los pulmones y que se desarrolle el síndrome respiratorio agudo grave; y de la enzima ACE2, la cual es el huésped del receptor del SARS-CoV-2.2
Suplementación con VD
Estudios observacionales han reportado asociaciones entre concentraciones bajas de 25(OH)D y la susceptibilidad a contraer una infección aguda del tracto respiratorio.3
Se recomienda que el nivel de 25(OH)D se encuentre entre 40 y 60 ng/ml para reducir proceso infecciosos, lo cual se puede lograr con una suplementación de 4,000 UI al día de colecalciferol por ocho semanas, aunque si la persona presenta obesidad se recomienda que sea entre 8,000 y 10,000 UI/día.4,5
Referencias:
- Umakanthan S, Sahu P, Ranade AV, Bukelo M, Sushil J, Abrahao-Machado LF, Dahal S, Kumar H, KV D. Origin, transmission, diagnosis and management of coronavirus disease 2019 (COVID-19). Postgrad Med J 2020;96:753-758.
- Macaya F, Espejo C, Valls A, Fernández-Ortiz A, González J, Martín-Sánchez FJ, Runkle I, Rubio M. Interaction between age and vitamin D deficiency in severe COVID-19 infección. Nutr Hosp 2020; 37(5): 1039-1042.
- Brighthope I, Avni Am, Ried K. Vitamin D and COVID-19: time for the profession to take a stand. Advances in Integrative Medicine (2020).
- Benskin L. A basic review of the preliminary evidence that COVID-19 risk and severity is increased in vitamin D deficiency. Front Public Health 2020;8:513.
- Mansur JL, Tajer C, Mariani J, Inserra F, Ferder L, Manucha W. El suplemento con altas dosis de vitamina D podría representar una alternativa promisoria para prevenir o tratar la infección por COVID-19. Clin Investig Arterioscler. 2020;32(6):267-277.