La insuficiencia de vitamina D en adolescentes alcanzó en México el 23%. Por esta sola razón, la falta de vitamina D debería ser una prioridad de salud en nuestro país. Los niveles de este nutriente en cualquier etapa de la vida deben ser los adecuados para que se realicen correctamente las funciones de nuestro cuerpo.
En la edad fértil de la mujer, son varias etapas las que requieren de una buena monitorización de los niveles de vitamina D. Tal es el caso del uso de anticonceptivos hormonales donde los niveles de esta vitamina suelen estar más elevados. En el aspecto de la reproducción, los niveles de vitamina D también son importantes ya que mejoran notablemente la capacidad reproductiva sobre todo en los casos en los que se requiere fertilización in vitro. Durante el embarazo, la adecuada ingesta y mantenimiento de los niveles de vitamina D son muy importantes. La deficiencia de este nutriente se ha relacionado con bajo peso al nacer y con un mayor riesgo de presentar diabetes gestacional entre otras cosas. Por eso, se ha planteado la posibilidad de mantener a las mujeres embarazadas con mayor riesgo a un programa de suplementación con vitamina D para completar un tratamiento diario de 4,000 UI de esta sustancia.
Concluyendo, se tiene mucha evidencia del papel tan importante que tiene la vitamina D en muchas y muy diversas áreas de la salud de las mujeres. Sabemos hoy que la prevalencia de niveles insuficientes o deficientes es elevada en cualquiera de las etapas de la vida de ellas, incluyendo, por supuesto, el embarazo, y nos parece adecuado permanecer en guardia por las mujeres que pueden beneficiarse de un tratamiento de suplementación para que puedan alcanzar los niveles requeridos.