Vitamina D y salud cardiovascular

Vitamina D y salud cardiovascular

La enfermedad cardiovascular es una de las primeras causas de muerte en el mundo. Se define como un conjunto de enfermedades y condiciones que normalmente se manifiestan  en ataques al corazón e infartos cerebrales. En 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó un total de 17.7 millones de muertes, representando el 31% de las muertes a nivel mundial.1

La función cardiovascular involucra la activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona (RAAS). Las consecuencias de la activación excesiva de este sistema incluyen aumento del grosor del músculo cardiaco (hipertrofia cardiaca) y aumento de la presión arterial (hipertensión).2

En muchas células y tejidos del sistema cardiovascular se encuentra el receptor de la vitamina D. Estos incluyen los cardiomiocitos y las células vasculares y endoteliales.1

Deficiencia de VD y su relación con el sistema cardiovascular

Estudios han demostrado un vínculo entre la deficiencia de VD y la progresión de la aterotrombosis (formación de un trombo sobre una lesión ateroesclerótica) y el depósito de sales de calcio en la pared de las arterias (la calcificación vascular).1

La deficiencia de VD también se relaciona con los factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares como la dislipidemia, hipertensión y diabetes mellitus.1

Acciones de la VD en el sistema cardiovascular

La VD puede regular el equilibrio de la matriz extracelular, lo cual es importante en el proceso inflamatorio y en el ensanchamiento o abombamiento anormal de las arterias (aneurisma), ya que esto puede ser debido a la desestabilización de la matriz.1

La VD regula la maduración e infiltración de macrófagos en la vasculatura, en consecuencia, regula la expresión de la citocinas proinflamatorias y la adhesión de moléculas, las cuales son componentes muy importantes en la progresión de la ateroesclerosis.1

La VD determina los niveles de colesterol a través de la regulación de la síntesis de ácidos biliares a partir del colesterol, influyendo en la calcificación vascular, suprimiendo el sistema RAAS e inhibiendo la formación de células espumosas, las cuales inician la placa de grasa.3

La VD puede regular el RAAS, el cual contribuye a cambios en la rigidez arterial y cardiaca, llevando a hipertensión y falla cardiaca.4

Beneficios de niveles óptimos de VD en sangre

Abundantes estudios han comprobado que concentraciones óptimas de VD están asociadas con la mejora del perfil de lípidos.1

En un estudio se reportó una reducción de 0.2mmHg en la presión sistólica  por cada ng/ml (1) de 25(OH)D.5

La Sociedad de Endocrinología recomienda que los niveles de 25(OH)D en sangre deben ser de por lo menos 30 ng/ml, pero de preferencia que oscilen entre 40 y 60 ng/ml.5

Se demostró que la dosis diaria de entre 3,800 y 5,000 de colecalciferol es necesaria para alcanzar concentraciones óptimas de VD en sangre.3

Referencias:

  1. Nitsa A, Toutouza M, Machairas N, Mariolis A, Philippou A, Koutsilieris M. Vitamin D in cardiovascular disease. in vivo 32:977-98 (2018).
  2. Wang T. Vitamin D and cardiovascular disease. Annu Rev med 2016 67:261-72.
  3. Zittermann A. Vitamin D status, supplementation and cardiovascular disease. Anticancer Research 38:1179-1186 (2018).
  4. Savastio S, Pozzi E, Tagliaferri F, Degrandi R, Cinquatti R, Rabbone I, Bona G. Vitamin D and cardiovascular risk: which implications in children? Int J Mol Sci 2020, 21, 3536.
  5. Latic N, Erben R. Vitamin D and cardiovascular disease, with emphasis on hypertension, atherosclerosis, and heart failure. Int J Mol Sci 2020, 21, 6483.